Discurso del Director General de la OMS en el Día Mundial de la Salud, dedicado al personal sanitario, en primera linea en la lucha contra el COVID-19.

«Buenos días, buenas tardes y buenas noches, donde quiera que estén.

Hoy es el aniversario de la OMS. Tal día como hoy, el 7 de abril de 1948, la OMS inició su andadura. 

Es la fecha en la que cada año celebramos el Día Mundial de la Salud.

Este año podría parecer que no hay muchos motivos de celebración.

El mundo se encuentra sumido en la crisis sanitaria más grave de nuestro tiempo. 

La pandemia de COVID-19 nos recuerda la función vital que desempeña todo el personal sanitario, y en particular el personal de enfermería y partería.

Día tras día, los profesionales de la enfermería corren riesgos para aliviar sufrimiento y salvar vidas.

Reorganizan plantas hospitalarias para que haya más camas a disposición de los pacientes con COVID-19, sin dejar de ofrecer atención sanitaria a otros pacientes con necesidades urgentes, en particular mujeres a punto de dar a luz. 

Hacen inventario de los equipos y los intercambian entre unidades. 

Aprenden mientras trabajan, con información que cambia cada día…a veces incluso cada hora.

Y además, el personal de enfermería hace lo impensable. Puesto que los pacientes con COVID en estado crítico están aislados, posiblemente el último toque humano que sientan sea la mano de un enfermero o enfermera.

Me cuentan historias sobre profesionales de la enfermería que llaman a altas horas de la noche por videoconferencia a familiares de enfermos para que puedan despedirse de un ser querido que agoniza.

Porque los profesionales de la salud están en primera línea de la lucha contra la COVID-19, y también son los que más riesgos corren. 

Más de 3000 sanitarios se han infectado, y muchos de ellos han pagado el precio más alto que puede pagarse.

Cuando los profesionales de la salud quedan expuestos a una infección o enferman, tienen que irse a su casa y permanecer allí durante al menos dos semanas. Los hospitales tienen problemas para encontrar quienes les sustituyan.

Por ello debemos velar por que los profesionales de la salud dispongan de las mascarillas médicas y de todo el equipo de protección personal que necesiten.

Mientras tanto, siguen naciendo niños. El personal de partería sigue ofreciendo atención sanitaria para que el embarazo y el parto sean las experiencias seguras y llenas de júbilo que deben ser.

Los profesionales de la partería hacen todo lo posible por mantenerse en contacto con sus clientes por teléfono o algún dispositivo con pantalla, aunque no todas las mujeres tienen teléfono. Y se preocupan por las personas con las que no pueden hablar. 

Hoy es un día para homenajear a los profesionales de la enfermería y la partería, para darles las gracias por todo lo que hacen, y para comprometernos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para darles apoyo y protección.

Una de las enseñanzas que espero que el mundo aprenda de la COVID-19 es que debemos invertir en el personal de enfermería y de partería.

En un nuevo informe publicado por la OMS, Nursing Now y el Consejo Internacional de Enfermeras se revela un déficit mundial de 5,9 millones de profesionales de la enfermería.

Estamos comprometidos a apoyar a los países a corregir ese déficit y a velar por que el personal de enfermería y de partería reciba la formación que necesita, el reconocimiento que merece, y condiciones y sueldos dignos por su trabajo.

Doy las gracias a todos los profesionales de la enfermería y la partería, desde lo más profundo de mi corazón. 

Tienen ustedes nuestra más sincera admiración, respeto y agradecimiento.»

Foto: Charlie Fernandez, enfermero en Francia, forma parte de los miles de trabajadores de la salud en primera linea en la lucha contra el COVID-19.