
El COVID-19 afecta ahora a menos trabajadores de la salud que al comienzo de la pandemia. El personal médico representa en este momento el 5% del total de casos, frente al 14% de hace unos meses, según datos de más de 80 países recopilados por la Organización Mundial de la Salud.
Las cifras han mejorado por la mayor disponibilidad y uso adecuado de equipos de protección, un cumplimiento más estricto de las medidas de higiene, y el uso generalizado de las mascarillas tanto en los centros médicos, como en otros lugares de alto riesgo como residencias de ancianos.