Washington D.C. 24 de junio de 2022 (OPS) – La 170ª Sesión del Comité Ejecutivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) concluyó ayer con varias resoluciones aprobadas para fortalecer la colaboración en apoyo de los objetivos de salud en las Américas, la respuesta regional a la COVID-19 y medidas para reforzar la capacidad de la organización para apoyar a los países, en particular durante las emergencias sanitarias.
«Todos entendimos que la Región no está en camino de alcanzar los ODS y específicamente el ODS 3», dijo la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, en su discurso de clausura de la reunión, refiriéndose a las metas establecidas por la comunidad internacional para alcanzar la salud universal. «Ustedes reforzaron expresamente que la solidaridad y el trabajo conjunto eran esenciales para permitirnos reconstruir mejor tanto individual como colectivamente», añadió.
Agradeció a los Estados Miembros que presentaron soluciones de colaboración, como el trabajo intersectorial, incluso con el sector privado, y una mayor consideración de la interculturalidad, la inclusión y el compromiso con subgrupos como las comunidades LGBTQ+, las poblaciones indígenas y otros.
El Comité aprobó resoluciones para apoyar a los países en la lucha contra la pandemia. Con 1,2 millones de nuevos casos registrados en la semana anterior, las Américas siguen siendo vulnerables a la COVID-19.
También tomaron nota de otros efectos de la pandemia, como su impacto devastador en la salud mental y el bienestar de las poblaciones, agravado por la ausencia o interrupción de los servicios especializados.
«Será esencial invertir más en la promoción de la salud mental y en el tratamiento de la mala salud mental, lo que incluye un número adecuado de personal bien capacitado y su integración en la atención de salud general y los servicios de salud comunitarios, así como esfuerzos más amplios para reducir el estigma y la discriminación», dijo la Directora de la OPS.
La doctora Etienne acogió con satisfacción el apoyo a las políticas que integran la atención primaria para mejorar los resultados en salud, porque «los países con sistemas de salud muy fragmentados fueron los que salieron peor parados durante la pandemia», consideró.
También destacó la importancia de los sistemas nacionales de regulación, que desempeñan un papel fundamental en la supervisión de la seguridad, la calidad y la eficacia de todas las tecnologías sanitarias. Añadió que éstos «deben ser independientes y contar con el espacio necesario para llevar a cabo sus funciones sobre la base de la ciencia y la evidencia, sin interferencias».
El Comité Ejecutivo insistió en la necesidad de reforzar la vigilancia, que debe basarse en capacidades nacionales y regionales sólidas para analizar, secuenciar y actuar sobre los patógenos en evolución. También subrayó la importancia del intercambio de información entre los Estados Miembros en este contexto, como medida de alerta temprana.
El Comité Ejecutivo de la OPS se reúne dos veces al año para debatir el presupuesto y las políticas de la organización con el fin de abordar las cuestiones de salud más urgentes de la región.
Los órganos de gobierno de la OPS son la Conferencia Sanitaria Panamericana, la máxima autoridad de gobierno que se reúne cada cinco años para determinar las políticas generales; el Consejo Directivo, que se reúne anualmente en los años en que no se reúne la Conferencia; y el Comité Ejecutivo, que actúa como grupo de trabajo de la Conferencia o del Consejo.