Ginebra, 5 de mayo de 2022 – Nuevas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que el número total de muertes asociadas directa o indirectamente a la pandemia de COVID-19 (descrito como «exceso de mortalidad») entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021 fue de aproximadamente 14,9 millones (rango de 13,3 millones a 16,6 millones).
«Estos datos aleccionadores no solo señalan el impacto de la pandemia, sino también la necesidad de que todos los países inviertan en sistemas de salud más resilientes que puedan mantener los servicios de salud esenciales durante las crisis, incluidos sistemas de información más fuertes», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «La OMS se ha comprometido a trabajar con todos los países para fortalecer sus sistemas de información sanitaria a fin de generar mejores datos para tomar mejores decisiones y obtener mejores resultados.»
El exceso de mortalidad se calcula como la diferencia entre el número de muertes que se han producido y el número que se esperaría en ausencia de la pandemia basándose en los datos de años anteriores.
El exceso de mortalidad incluye las muertes asociadas a COVID-19 directamente (debido a la enfermedad) o indirectamente (debido al impacto de la pandemia en los sistemas de salud y la sociedad). Las muertes vinculadas indirectamente a la COVID-19 son atribuibles a otras condiciones de salud para las que las personas no pudieron acceder a la prevención y el tratamiento porque los sistemas de salud estaban sobrecargados por la pandemia. El número estimado de exceso de mortalidad puede verse influido también por las muertes evitadas durante la pandemia debido a la disminución del riesgo de ciertos acontecimientos, como los accidentes de tráfico o las lesiones laborales.
La mayor parte del exceso de muertes (84%) se concentra en el sudeste asiático, Europa y las Américas. Alrededor del 68% del exceso de muertes se concentra en sólo diez países a nivel mundial. Los países de renta media representan el 81% de los 14,9 millones de muertes en exceso durante el periodo de 24 meses, mientras que los países de renta alta y baja representan cada uno el 15% y el 4%, respectivamente.