El COVID-19 podría provocar el cierre de 2,7 millones de empresas y la pérdida de 8,5 millones de empleos en la región, advierte la Cepal, e invita a luchar contra la evasión fiscal para recuperarse de la crisis; México ratifica el Convenio 189 de la OIT sobre trabajadores domésticos y Yalitza Aparicio llama a protegerles durante la emergencia del coronavirus; la salud humana, animal y ambiental debe considerarse una sola para prevenir la próxima pandemia, afirma el PNUMA… esas son las noticias de la ONU.
Producción: Benjamin Fernandez y Luis Arroyo
Foto: CINU/Alexis Aubin
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) lanzó un nuevo Informe Especial COVID-19, en el cual estima que 2,7 millones de empresas – de las cuales 2,6 millones serían microempresas – podrían cerrar, la mayoría de ellas microempresas, lo que implicaría la pérdida de 8,5 millones de empleos.
Más de un tercio del empleo formal y un cuarto del producto interno bruto (PIB) de América Latina y el Caribe se generan en sectores fuertemente golpeados por la crisis económica derivada por la enfermedad del coronavirus (COVID-19), informó hoy la CEPAL en un nuevo estudio sobre los impactos de la pandemia en la región. Más aún, menos de la quinta parte del empleo y del PIB se generan en sectores que serían afectados solo de forma moderada.
La CEPAL llamó a recaudar más impuestos y luchar contra la evasión fiscal para mitigar el impacto económico y social del COVID-19 en lugar recurrir a un mayor endeudamiento.
En su Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2020, el organismo afirma que la política fiscal debe jugar un papel central en la mitigación del impacto social y económico derivado de la pandemia del COVID-19 y, al mismo tiempo, proporcionar el impulso necesario para lograr una reactivación de la actividad económica que permita guiar a la región hacia un desarrollo sostenible e inclusivo en un mundo post COVID-19.
Los expertos económicos de la ONU recuerdan que en la región solo en 2018, el incumplimiento tributario se ubicó en 325.000 millones de dólares en 2018, equivalente al 6,1% del producto interior bruto.
Según la CEPAL, en la medida en que la región supere la contingencia sanitaria, se abrirá una oportunidad para reconstruir una mejor realidad para los países de la región, con sociedades más inclusivas e igualitarias.
México ratificó el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que reconoce explícitamente que el trabajo doméstico es trabajo y prevé que los Estados deberían extender los mismos derechos a los trabajadores domésticos que aquellos que gozan el resto de los trabajadores.
En un mensaje de video de la OIT, la actriz mexicana nominada al Oscar destaca la falta de acceso a los sistemas de protección social que obliga a los trabajadores del hogar, mujeres en su gran mayoría, a arriesgarse al contagio para mantener sus medios de subsistencia. En América Latina y el Caribe, el 70% de estos trabajadores han sido afectados por las medidas de contención de la pandemia.
Dada esta precariedad y falta de acceso a los sistemas de protección social y a las provisiones sanitarias de emergencia, Yalitza Aparicio pugnó por garantizar que estos trabajadores también tengan derecho a quedarse en casa y a mantenerse sanos “sin empobrecer aún más”.
Según la OIT, el COVID-19 amenaza el sustento de más de 55 millones del total de las personas dedicadas al trabajo doméstico, de esa cifra 37 millones son mujeres.
La salud humana, animal y ambiental debe considerarse una sola para prevenir la próxima pandemia, dice el PNUMA.
La COVID-19 es sólo una de las enfermedades emergentes causadas por la creciente transmisión de virus de huéspedes animales a la población humana, afirma el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Una nueva evaluación publicada en el informe Prevenir la próxima pandemia: Zoonosis y cómo romper la cadena de transmisión ofrece diez recomendaciones e identifica el enfoque de “Una sola salud” como la forma óptima de prevenir futuras pandemias y responder a éstas.
La tendencia al alza en las enfermedades zoonóticas está impulsada por la degradación del medio ambiente natural a causa la explotación de los suelos y la vida silvestre, la extracción de recursos, el cambio climático y otros factores.
«La ciencia ha dejado claro que, si seguimos explotando la vida silvestre y destruyendo nuestros ecosistemas, en los próximos años tendremos un flujo constante de enfermedades pasando de animales a humanos», dijo la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.