GINEBRA (OIT Noticias) – Los avances en la economía digital, acelerados significativamente por la pandemia de COVID-19, están creando oportunidades sin precedentes para construir un mundo del trabajo más inclusivo para los más de 1.000 millones de personas con discapacidad en todo el mundo, según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Sin embargo, las barreras digitales también amenazan con agravar las desigualdades y la exclusión existentes, a menos que se compensen con iniciativas efectivas y específicas, como destaca el estudio.
El informe, An inclusive digital economy for people with disabilities (Una economía digital inclusiva para las personas con discapacidad), fue elaborado por la Red Mundial de Empresas y Discapacidad (GBDN) de la OIT y la ONG española de discapacidad Fundación ONCE. Analiza los efectos de la revolución digital en la creación de nuevos puestos de trabajo, los cambios en las funciones y modelos de trabajo existentes, así como los procesos de contratación en línea. También destaca las áreas clave para la acción de los diferentes grupos de partes interesadas, incluyendo la industria digital, el mundo académico, los gobiernos, los trabajadores y empleadores, y las propias personas con discapacidad.
El informe destaca tres palancas principales para crear un mercado laboral digital más inclusivo para las personas con discapacidad: garantizar la accesibilidad, fomentar las competencias digitales y promover el empleo digital.
El aumento del trabajo digital crea graves problemas para quienes carecen de las competencias o los equipos necesarios, según el estudio, que señala que, debido a la persistente exclusión, las personas con discapacidad suelen tener niveles de educación y formación inferiores a los de sus compañeros sin discapacidad,
Por ello, la recualificación y el perfeccionamiento serán fundamentales para construir un futuro laboral inclusivo, junto con iniciativas para fomentar el empleo digital y apoyar la colaboración entre las partes interesadas. Las tecnologías de asistencia (TA) también podrían abrir nuevas ocupaciones y oportunidades. Sin embargo, el informe advierte de que la falta de TA accesible podría crear nuevas barreras, ya que sin ella muchas herramientas digitales esenciales no podrán ser utilizadas por las personas con discapacidad.
«La pandemia de la COVID-19 ha acelerado las tendencias ya presentes en el mundo del trabajo, incluida la expansión de la economía digital», dijo Manuela Tomei, Directora del departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT. «Debemos asegurarnos de dirigir esta tendencia para que apoye un futuro laboral inclusivo en el que el talento y las habilidades de las personas con discapacidad puedan contribuir al éxito de los lugares de trabajo y las sociedades en todo el mundo.»
«Para no dejar a nadie atrás, la revolución tecnológica que estamos viviendo, y que se ha visto acelerada por la pandemia, necesita asegurar un diseño inclusivo para las personas con discapacidad, para evitar que sea una barrera para ellas», ha destacado Fernando Riaño, Director de Relaciones Institucionales y Responsabilidad Social del Grupo Social ONCE, del que forma parte la Fundación ONCE.
El informe se publicó en el marco de las jornadas del Proyecto Cero, el mayor encuentro anual sobre discapacidad, que este año se celebró de forma virtual el 10 de febrero, con el tema «Empleo y TIC». Su objetivo es concienciar sobre la forma en que un mundo laboral cada vez más digital afecta a las personas con discapacidad e identificar cómo se puede configurar el futuro del trabajo para que sea más inclusivo. Se ha desarrollado en el marco de Disability Hub Europe, un proyecto liderado por la Fundación ONCE y cofinanciado por el Fondo Social Europeo.
El presente informe se basa en la publicación de 2019 Making the Future of Work inclusive of persons with disabilities , preparada para la conferencia de la GBDN de la OIT de 2019 sobre el futuro del trabajo.