La Organización Mundial de la Salud espera que los ensayos clínicos de la vacuna de la Universidad de Oxford contra la COVID-19, suspendidos esta semana, puedan continuar una vez se aclare por qué ha enfermado uno de los participantes.
La científica jefa de la OMS ha explicado que lo ocurrido es algo habitual y que demuestra que se prioriza la seguridad del ensayo. “Es quizás una llamada de atención o una lección para reconocer que hay altibajos en la investigación y desarrollo clínico y hay que estar preparados para ellos. No siempre es una carrera rápida y sin obstáculos. Pero no hay que desalentarse, porque estas cosas pasan”, señaló Soumya Swaminathan.
Desde la Organización recuerdan que esto no es una carrera entre compañías o países, sino contra el virus y el tiempo. La OMS ha creado un programa para acelerar la investigación de vacunas, tratamientos y diagnósticos. Hasta ahora se han recaudado unos 3000 millones de dólares en cuatro meses, pero se necesitan 35.000 millones más.
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