Las declaraciones de emergencia por el brote no deben usarse como base para dirigirse a grupos particulares, minorías o individuos, ni funcionar como una excusa para la acción represiva con el pretexto de proteger la salud. Tampoco deben usarse para silenciar el trabajo de los defensores de los derechos humanos, han dicho un grupo de relatores y expertos del Consejo de Derechos Humanos.
Expertos y expertas de derechos humanos de la ONU urgieron hoy a los Estados a evitar extralimitar medidas de seguridad en sus respuestas al brote de coronavirus COVID-19 y les recordaron que los poderes extraordinarios en situaciones de emergencia no deben ser utilizados para anular el disenso.
«Si bien reconocemos la severidad de la actual crisis de salud y que el uso de los poderes extraordinarios en situaciones de emergencia está permitido por la ley internacional en respuesta a amenazas significativas, urgentemente recordamos a los Estados que cualquier respuesta de emergencia al coronavirus debe ser proporcionada, necesaria y no discriminatoria” dijo el grupo de 17 relatores especiales y miembros de comités y grupos de procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
«Las restricciones definidas para responder al virus deben estar motivadas por objetivos legítimos de salud pública y no deberían ser utilizadas solamente para anular el disenso».
Su llamado hace eco de las recientes declaraciones de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que llaman a colocar los derechos humanos en el centro de la respuesta al COVID-19.
Los expertos añadieron que «las declaraciones de emergencia basadas en el brote de Covid-19 no deberían ser usadas como base para atacar grupos particulares, minorías o individuos», ni funcionar como acción represiva bajo la apariencia de proteger la salud. Tampoco deben servir «para silenciar el trabajo de quienes defienden derechos humanos», apuntaron en el comunicado.