A nivel global, suman 1370 millones los alumnos que han debido interrumpir sus clases, casi el 80% de la población estudiantil, y la cifra aumenta cada día a medida que los centros escolares cierran para contener el contagio del COVID-19. La emergencia nos hace apreciar más el trabajo de los docentes y nos enseña que debemos estar preparados para escenarios nuevos e impensables.
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