Ginebra, 13 de octubre de 2021 (ONUSIDA) — Cada vez hay más datos que demuestran que las personas que viven con el VIH y contraen la infección por SARS-CoV-2 corren un mayor riesgo de requerir hospitalización y desarrollar complicaciones clínicas.
Los datos procedentes de los Estados Unidos de América reflejan que las personas que vivían con el VIH y contrajeron la infección por el SARS-CoV-2 presentaban muchas más probabilidades que las personas seronegativas de necesitar hospitalización y desarrollar otras patologías graves.
Asimismo, de acuerdo con distintos estudios llevados a cabo en Inglaterra y Sudáfrica, el riesgo de morir por la COVID-19 entre las personas con VIH era el doble que el de la población general.
Las enfermedades relacionadas con el sida en estado avanzado y/o la presencia de comorbilidades crónicas, que tienden a ser comunes en las personas que viven con el VIH, parecen estar directamente relacionadas con la gravedad de la COVID-19 en la población seropositiva.
Sin embargo, el acceso a las vacunas contra la COVID-19 en todo el mundo sigue siendo extremadamente desigual e injusto.
A principios de octubre de 2021, todavía había bajos niveles de acceso a las vacunas en los países de ingresos bajos y medios, que precisamente son los que albergan a más de la mitad (55 %) de las personas que viven con el VIH en todo el mundo.