Alicia Bárcena llama a implementar políticas universales, redistributivas y solidarias para evitar otra década perdida

por | 2 abril 2020

La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL participó hoy en una reunión virtual sobre el rol de los Ministerios de Desarrollo Social de América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19, organizada por la Secretaría de Bienestar de México y la Comisión regional de la ONU.

La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, llamó hoy a los países de la región a implementar políticas universales, redistributivas y solidarias para evitar otra década perdida, durante una reunión virtual sobre el rol de los Ministerios de Desarrollo Social y entidades equivalentes frente a la actual crisis que está viviendo el mundo y la región producto de la pandemia del COVID-19.

El primer encuentro convocó a trece países de América Latina. El segundo encuentro será con los países del Caribe de habla inglesa y francesa, ambos organizados por la Secretaría de Bienestar de México, en su calidad de presidente de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe (CRDS), y la CEPAL, iniciativas que buscan propiciar un espacio de colaboración y apoyo mutuo, compartiendo tanto los problemas y desafíos como los conocimientos acumulados, los avances, las necesidades y los posibles espacios de trabajo conjunto a nivel regional.

La reunión fue inaugurada por Maria Luisa Albores, Secretaria de Bienestar de México, y Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL. Posteriormente, la máxima representante del organismo regional de las Naciones Unidas realizó una presentación en la que abordó la situación socioeconómica y las medidas de protección social en la región en el marco de la crisis sanitaria actual.

Durante su intervención, Alicia Bárcena afirmó que la pandemia del COVID-19 no discrimina en la infección, pero sí en sus impactos y capacidad de protección, área en la que se expresan con claridad las grandes desigualdades en el acceso a los sistemas de salud persistentes en la región. Precisó que el gasto social en salud en América Latina y el Caribe alcanza al 2,2% del PIB, lejos del 6% sugerido por la Organización Mundial de la Salud.

Añadió que, una aproximación conservadora a partir del impacto de la pandemia, con los datos que aún se van consolidando, han llevado a la CEPAL a proyectar un crecimiento negativo de -1,8% para la región, con muy probables sesgos a la baja.

La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL recordó que incluso antes de la difusión del COVID-19, la situación social en América Latina y el Caribe se estaba deteriorando, con el aumento de los índices de pobreza y de extrema pobreza, la persistencia de las desigualdades y el descontento social generalizado. En ese contexto, la crisis tendrá repercusiones negativas en la salud y la educación, así como en el empleo y la pobreza.

Señaló que, de acuerdo al último informe Panorama Social de América Latina 2019, en 2017, 468 millones de personas pertenecían a los estratos bajos o medio-bajos de ingresos (bajo 3 líneas de pobreza), que son los más afectados ante las pérdidas de empleo.

Alicia Bárcena afirmó que las mujeres y las poblaciones más desaventajadas, como los trabajadores informales; los niños, niñas y adolescentes; los jóvenes, que poseen altas tasas de informalidad laboral; las personas mayores y las con discapacidad, y los pueblos indígenas y afrodescendientes, sufren mayormente los impactos socioeconómicos del COVID-19.

Por ello, expresó, la protección social es clave para enfrentar la crisis de salud y sus impactos socioeconómicos. “Una situación excepcional requiere respuestas excepcionales”, señaló la alta funcionaria de las Naciones Unidas.

En ese escenario, llamó a garantizar el acceso universal al testeo Covid-19 y al cuidado médico, a mantener el acceso universal a servicios básicos (agua, energía, teléfono e internet), alimentos y medicamentos, a apoyar el consumo de amplios estratos de la población que son muy vulnerables a caer en la pobreza, a garantizar transferencias monetarias temporales y lo más universales posible para satisfacer necesidades básicas, y a proteger el empleo formal, ya que el rol de la seguridad social es clave en este momento, señaló.

Finalmente, la máxima representante de la CEPAL afirmó que la solidaridad y responsabilidad colectiva son clave para contener y enfrentar la pandemia, y advirtió que la crisis puede profundizar expresiones de malestar, desconfianza y desafección democrática, lo que constituye un riesgo importante para la cohesión social.

Por ello, “urge apelar a un pacto social centrado en el bienestar y los derechos de las personas para enfrentar los impactos presentes y futuros de la crisis, planteando una lógica de protección colectiva e igualdad, con respuestas solidarias en los costos y el financiamiento. Tenemos que avanzar hacia sociedades menos desiguales y más solidarias, sin dejar a nadie atrás”, concluyó.