Debemos declarar la guerra al coronavirus (Covid-19), afirma el Secretario General de la ONU

por | 13 marzo 2020

Ante la rápida transmisión del COVID-19, el Secretario General de las Naciones Unidas afirmó este viernes que la propagación del virus alcanzará un punto máximo y que las economías lograrán recuperarse. António  Guterres  apeló a la unidad para detener la propagación del virus y a cuidar del prójimo mientras esto no suceda.

«Es el momento de ser prudentes, no de entrar en pánico. De la ciencia, no del estigma. De los hechos, no del miedo. Aunque se ha clasificado como pandemia, podemos controlar esta situación. Podemos retrasar la transmisión, prevenir la infección y salvar vidas. Pero hacerlo requerirá medidas inéditas de índole personal, nacional e internacional», afirmó António Guterres.

El titular de la ONU destacó que esta situación implica que los países tienen la responsabilidad «de prepararse, acelerar e intensificar las medidas».

Entre ellas propuso aplicar estrategias de contención eficaces; activar y mejorar los sistemas de respuesta de emergencia; aumentar drásticamente la capacidad para realizar pruebas y atender a pacientes; preparar a los hospitales; y desarrollar tratamientos médicos vitales.

Del mismo modo, Guterres destacó la posibilidad de que la crisis conduzca a una recesión mundial ante las alteraciones de los mercados financieros y la interrupción de las cadenas mundial de suministros.

«La inversión y la demanda de los consumidores se han hundido, y ello acarrea un riesgo real y creciente de recesión mundial. Los economistas de las Naciones Unidas estiman que el virus podría costar a la economía mundial 1 billón de dólares como mínimo este año, tal vez mucho más», destacó.

Ante esta difícil coyuntura, apeló a la unidad entre naciones ya que «ningún país puede enfrentar solo esta situación».

«Más que nunca, los Gobiernos deben cooperar para revitalizar las economías … aumentar la inversión pública … impulsar el comercio … y garantizar la prestación de un apoyo específico a las personas y las comunidades más afectadas por la enfermedad o más vulnerables a los efectos económicos negativos, incluidas las mujeres, que a menudo soportan una carga desproporcionada del trabajo de cuidados», destacó el Secretario General.

Nota completa en: https://news.un.org/es/story/2020/03/1471161