“La pérdida del empleo y la escasa oferta de puestos de trabajo, aunadas a los limitados mecanismos de protección social para las personas migrantes, aumentan su vulnerabilidad en las comunidades de destino o acogida en el país. Algunas de estas personas migrantes están en riesgo de contraer el coronavirus si no se les apoya”, expresó Laura Canché, coordinadora en México del Programa Regional sobre Migración Mesoamérica – el Caribe de la OIM.
En un esfuerzo conjunto, las tres agencias del Sistema de las Naciones Unidas en México coorganizaron una serie de sesiones virtuales que concluyeron hoy con la sesión titulada la Recuperación económica después de una emergencia, crisis en materia de migración laboral. En total alrededor de 200 personas participaron en las actividades.
En la de hoy, dirigida al sector privado y a servidores públicos que trabajan directamente con las personas migrantes, se tendieron puentes de colaboración y se compartieron prácticas que podrían, contribuir a mejorar la asistencia a la población trabajadora migrante en México.
David Khoudour, asesor regional de Migración del PNUD enfatizó “la importancia de la cooperación entre países para superar las dificultades y carencias que plantea el nuevo contexto global ante la pandemia, con un enfoque de migración y desarrollo.”
Además, Erick Hernández, coordinador de Proyectos de Inclusión de Personas en Contextos de Movilidad Humana del PNUD en México, señaló que, en colaboración con otras oficinas de Naciones Unidas en la región, “se buscará diseñar más estrategias interagenciales en conjunto con autoridades gubernamentales, el sector privado y organizaciones no gubernamentales para concentrar esfuerzos dirigidos a las personas en contextos de movilidad humana en nuestro país.”
Por su parte la OIM recomendó fortalecer los servicios de asistencia social, atención médica y programas de vinculación laboral y capacitación para las personas trabajadoras migrantes en estos momentos de contingencia por la COVID19.
A su vez, la OIT destacó los esfuerzos conjuntos de la comunidad internacional e invitó a incluir a las poblaciones migrantes y refugiadas de manera integral en los esfuerzos de reconstrucción nacional, a asegurar la protección de las personas trabajadoras y la seguridad y salud en el trabajo frente a COVID-19.
La OIT resaltó que, tras la superación de la pandemia, habrá un mayor nivel de desempleo, desigualdad, pobreza, deuda y retos en términos de política, por ello la importancia de que los gobiernos fijen el objetivo de una ‘mejor reconstrucción’, tanto de forma individual como conjunta.
Los retos que plantea la eventual recuperación económica son significativos en el ámbito laboral, y deben tomar en cuenta a las personas trabajadoras migrantes y las necesidades y consideraciones del sector privado, coincidieron los expertos de Naciones Unidas.
La OIM, la OIT y el PNUD reconocen que la vinculación entre los gobiernos, el empresariado y las personas trabajadoras migrantes es fundamental para abrir nuevas posibilidades en la inclusión social y económica que beneficien a todas las partes.
Las sesiones conjuntas que hoy terminaron pusieron de manifiesto la necesidad de abrir propuestas a una diversidad de perspectivas, conocimientos y experiencias que animen a los actores económicos a considerar a las personas migrantes como individuos con un potencial para integrarse al mercado laboral de México y aportar para la recuperación económica del país.