Según la red de Naciones Unidas para las migraciones, los retornos forzosos pueden “intensificar serios riesgos de salud pública para todos”. Las deportaciones suponen una carga adicional para sistemas sanitarios que ya están al límite y no tienen la capacidad para proteger a los retornados y sus familias, haciendo test a la llegada y asegurando que se cumplen cuarentenas y asilamiento.
Como alternativas, la ONU propone que se entreguen visas y permiso de residencia temporal, que se libere a los migrantes detenidos.
Con información de Noticias ONU