Washington D.C. 19 de enero de 2022 (OPS) – Con el aumento de las infecciones por COVID-19 en las Américas y la demanda de pruebas diagnósticas más alta que nunca, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, pidió a los países dar prioridad a las pruebas rápidas de antígenos para las personas con síntomas, que son quienes corren más riesgo de propagar la enfermedad.
Con 7,2 millones de nuevos casos de COVID-19 notificados en la región durante la última semana, los países deben «ampliar las pruebas a nivel comunitario para aliviar la presión sobre los hospitales, que están trabajando horas extras», afirmó hoy Etienne en conferencia de prensa.
Las pruebas rápidas de antígenos, que ofrecen un diagnóstico en tan solo unos minutos, no requieren equipos ni formación especializada, por lo que «pueden desplegarse en los centros de salud primaria, donde pueden llegar a más personas cerca de sus hogares», añadió la directora de la OPS.
Dada la actual escasez de pruebas -un problema que continuará por algún tiempo a medida que ómicron se extienda rápidamente por la región-, Etienne también instó a los países a aconsejar a quienes no presenten síntomas y hayan estado expuestos a la COVID-19 a hacer cuarentena cuando sea posible y seguir las medidas de salud pública.
«Para frenar la propagación de la COVID-19 se necesitarán todas las herramientas de nuestro arsenal: vacunas, distanciamiento físico, mascarillas bien ajustadas, evitar grandes reuniones y realizar pruebas», sostuvo.
La directora de la OPS destacó el trabajo de la organización para mejorar la capacidad de los laboratorios de la región para responder a patógenos emergentes incluso antes de que la pandemia llegara a la región «Todos los países recibieron formación, suministros y contaron con la capacidad para realizar pruebas de diagnóstico de la COVID-19», añadió.
La OPS lidera ahora una red de más de 32 laboratorios en todo el continente americano que permite a los países hacer un seguimiento del virus y detectar nuevas variantes «con el fin de que nuestra región esté preparada».
Esta red fue clave para detectar la llegada de ómicron a países como Guatemala, Honduras y República Dominicana, ayudando a los gobiernos a adaptar sus respuestas a esta última ola.
Desde el inicio de la pandemia, la OPS ha adquirido más de 42 millones de pruebas moleculares de RT-PCR y rápidas de antígenos para 36 países, con fondos propios y a través del Fondo Estratégico de la OPS, un mecanismo de adquisición conjunta que ofrece a los países de la región la posibilidad de acceder a medicamentos y dispositivos médicos de calidad a precios asequibles.
La organización también ha desplegado 10 millones de diagnósticos de PCR y 2,8 millones de pruebas rápidas de antígeno de sus reservas a los países que lo necesitan, y ha establecido acuerdos a largo plazo con dos fabricantes de pruebas COVID-19 aprobados por la OMS para asegurar suministros de estas herramientas para la región a una fracción del precio.
«Los países pueden y deben aprovechar estos acuerdos para comprar pruebas de diagnóstico a través de nuestro Fondo Estratégico», subrayó la directora de la OPS.