Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa para las misiones diplomáticas sobre la COVID-19 celebrada el 19 de marzo de 2020
Empezaré por ofrecerles cifras actualizadas. Tenemos en este momento más de 200 000 casos de COVID-19 y más de 8000 muertos.
Por primera vez, China no ha notificado ningún caso a nivel nacional, un logro asombroso.
Estamos trabajando para apoyar a los países de maneras muy diversas, como saben. Hemos enviado equipos de protección personal a 68 países y 1,5 millones de kits de diagnóstico a 120 países.
Disponemos ahora de una lista de proveedores autorizados en China y se les ha permitido exportar a la OMS. Estamos ultimando las disposiciones correspondientes.
Hemos identificado a los productores con sobrecapacidad, estamos finalizando las especificaciones y coordinando los envíos para poder reponer nuestras existencias y enviar equipos de protección personal a quienes más los necesiten.
Nuestro objetivo es construir un canal constante que garantice la continuidad del suministro.
En cuanto a los diagnósticos, hay muchas empresas que producen kits de diagnóstico, pero sólo podemos comprar kits que hayan sido evaluados de manera independiente.
Así que hemos trabajado con la Fundación para la Obtención de Medios de Diagnóstico Innovadores (FIND) para incrementar sustancialmente la capacidad de evaluación contratando nuevos laboratorios para que se encarguen de la evaluación.
En paralelo, estamos trabajando con las empresas para garantizar el suministro.
Si me centro en los diagnósticos y en los equipos de protección personal es porque, como saben, hay una afluencia de pedidos de muchos países, y para indicar que estamos haciendo todo lo posible, pero la carestía seguirá siendo un problema.
También estamos hablando con el sector privado; volveré sobre esta cuestión más adelante.
Estamos supervisando los progresos logrados en relación con cada uno de los ocho pilares del Plan Estratégico de Preparación y Respuesta.
Empezaré con algunas buenas noticias: más del 70% de los países cuentan con un plan nacional de preparación y respuesta para la COVID-19; el 89% tiene capacidad para realizar pruebas de laboratorio; más del 70% ha dispuesto medidas de vigilancia basada en eventos para la COVID-19; y el 68% cuenta con un mecanismo de coordinación multisectorial de asociados.
Por supuesto, esto no es suficiente, y esperamos que todos los países estén preparados, tengan o no casos.
Apenas la mitad de los países cuentan con un programa nacional de prevención y control de infecciones y aplican las normas en materia de agua, saneamiento e higiene en todos los centros de salud.
Sólo la mitad de los países que han presentado información a la OMS tienen un sistema de derivación clínica para la COVID-19.
Teniendo en cuenta lo que hemos podido observar últimamente, cuando los servicios de salud se ven desbordados, creo que preparar al sistema, especialmente las derivaciones, será muy importante.
En cuanto a la movilización de recursos, hemos recibido una respuesta alentadora al Plan Estratégico de Preparación y Respuesta.
Ya hemos alcanzado casi 675 millones de dólares y damos las gracias a todos los que han contribuido, y repetimos nuestra petición de fondos flexibles.
La cifra de 675 millones de dólares correspondía a los tres primeros meses, pero como saben, la COVID-19 se está extendiendo cada vez a más países, por lo que estamos revisando nuestro plan y sabemos que necesitaremos más recursos y más financiación, de modo que los 675 millones de dólares en realidad, dadas las circunstancias, no serán suficientes.
Trabajamos ya en la siguiente fase del plan, colaborando estrechamente con el Banco Mundial, el FMI y otros para asegurar una respuesta coordinada y, por supuesto, también nos estamos coordinando con el Fondo Mundial.
El pasado viernes lanzamos el Fondo de Respuesta Solidaria a la COVID‑19 para que puedan contribuir tanto particulares como empresas.
En apenas unos días hemos recibido contribuciones de más de 173 000 personas y organizaciones por valor de 45 millones de dólares.
Quisiera aprovechar la ocasión para agradecer a la Fundación pro Naciones Unidas y a la Swiss Philanthropy Foundation el apoyo que nos han prestado para crear el fondo.
Esto pone de relieve el potencial de la Fundación de la OMS, que se encuentra en proceso de creación. Pedimos a los Estados Miembros que presten su apoyo para acelerar este proceso, pero pueden apreciar el potencial de la Fundación viendo lo que se ha conseguido en colaboración con la Fundación de las Naciones Unidas.
Con respecto al sector privado, intervine en la reunión del Consejo Ejecutivo de la Cámara de Comercio Internacional el pasado lunes. Todos sus miembros, empezando por su Presidente, el Sr. Polman, han expresado su respaldo y compromiso.
También participamos ayer en una reunión organizada por el Foro Económico Mundial, junto con varios directores generales, y recibimos un fuerte apoyo de ese grupo.
Necesitamos apoyo financiero con vistas a constituir una reserva de seguridad mundial de suministros y medicinas para los países más vulnerables.
De los fabricantes, necesitamos conocer su capacidad de producción y hemos intentado formularles demandas específicas y concretas sobre cómo pueden participar en la respuesta a la COVID-19.
Como saben, ya hemos puesto en marcha el Equipo de Gestión de Crisis de las Naciones Unidas y seguimos trabajando en la respuesta a escala de todo el sistema de las Naciones Unidas. El Dr. Mike Ryan es el gerente del Equipo de Gestión de Crisis de las Naciones Unidas y tendrá más que decir al respecto.
En cuanto a la investigación y el desarrollo, la OMS y sus asociados están organizando un estudio en muchos países que compara tratamientos no ensayados. Lo llamamos el ensayo de SOLIDARIDAD. Damos las gracias a los países que ya se han sumado a esta iniciativa y esperamos que otros hagan lo propio. Cada vez más países se están sumando a este ensayo mundial y esperamos la participación de más países de todas las regiones, lo que nos ayudaría a obtener mejores resultados en breve.
Como saben, también ha empezado el primer ensayo de la vacuna, apenas 60 días después de darse a conocer la secuencia genética del virus, lo cual es un triunfo científico sin precedentes. Hace dos días se inscribió en el ensayo la primera persona en los Estados Unidos, gracias a los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, y esperamos que también esto contribuya a la lucha contra la COVID-19.
Estamos muy agradecidos por todo el apoyo que nos están aportando. La financiación sobre la que les he informado hoy no habría sido posible sin el apoyo de los Estados Miembros y esperamos que nos sigan apoyando hasta que termine esta pandemia.
Confiamos en nuestros Estados Miembros y la única manera de derrotar esta pandemia pasa, como siempre hemos dicho, por la solidaridad. Solidaridad, solidaridad, solidaridad.
Eso es lo que estamos comprobando en este momento. Nos encontramos ante un enemigo común. Mantengamos esa solidaridad. Formamos una única especie humana, y eso es lo verdaderamente importante. Estamos ante un enemigo invisible de la humanidad.
Muchas gracias.