Luchar contra la desinfodemia

por | 5 mayo 2020
Periodismo, libertad de prensa y COVID-19

Según estudios destacados por la UNESCO, un 40% de las informaciones sobre COVID-19 en redes sociales provienen de fuentes no fiables

A medida que el nuevo coronavirus ha alcanzado a casi todos los países del planeta, una circulación masiva de información falsa se ha extendido tan rápido como el propio virus. Estas mentiras han ayudado a allanar el camino de la infección y han contribuido a sembrar el caos en las sociedades que están respondiendo a la pandemia.

Reconociendo el peligro, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, advirtió que “nuestro enemigo es también el creciente aumento de la desinformación”.

La Organización Mundial de la Salud ha identificado esta “desinfodemia” como una verdadera “segunda enfermedad” que acompaña a la pandemia de COVID-19, que es “una sobre abundancia de información, algunas veces precisa, otras no, que dificulta que las personas encuentren fuentes fidedignas y orientación confiable cuando la necesitan”.

El periodismo es clave para proporcionar información fidedigna en medio de esta amplia “infodemia”, para combatir los mitos y rumores. Sin la acción del periodismo, el contenido falso puede expandirse de manera desenfrenada.

Algunas cifras sobre la “desinfodemia” que presenta esta nota temática de la UNESCO: Sobre la base de un análisis de aprendizaje automático (machine learning) de 112 millones de posteos públicos realizados en 64 idiomas en distintas redes sociales, todos relacionados con la pandemia del COVID-19, los investigadores de la Fundación Bruno Kessler detectaron que un 40% de los mensajes provenían de fuentes poco fiables.

Otro estudio, elaborado por la Fundación Observatorio de “Infodemia” COVID-19, que utilizó técnicas de aprendizaje automático, encontró que casi el 42 % de los más de 178 millones de tweets relacionados con el COVID-19 fueron producidos por bots. El 40% de ellos, además, fueron calificados como “no fiables”.

Aproximadamente un tercio de los usuarios de redes sociales han informado haber leído información falsa o engañosa sobre el coronavirus, señaló un estudio del Instituto Reuters realizado en seis países. El Centro Pew, por su parte, ha constatado que las personas que suelen utilizar las redes sociales para acceder a las noticias tienen mayores posibilidades de verse expuestas a contenido falso.

En marzo, fueron identificados en Facebook alrededor de 40 millones de mensajes problemáticos relacionados con COVID-19 (acompañadas de advertencias sobre su contenido), de acuerdo con la compañía. “Cientos de miles de fuentes/ elementos de información errónea pudiendo acarrear un daño físico inminente” han sido también eliminadas, agregó la empresa.

Aproximadamente 19 millones de los casi 50 millones de tweets relacionados con el COVID-19 y analizados mediante inteligencia artificial (38% del total) por Blackbird.AI fueron considerados como “información o contenido manipulado”.

8 millones de correos electrónicos fraudulentos sobre coronavirus están siendo bloqueados por Google en su servicio de correo electrónico Gmail, cada dia.Newsguard identificó 191 sitios web en Europa y América del Norte que publicaron información falsa sobre el virus.

La AlianzaCoronaVirusFacts ha descubierto – y desacreditado – más de 3.500 informaciónes falsas o engañosas, circuladas en más de 70 países y en más de 40 idiomas. 

Tendencias clave

Una peligrosa “desinfodemia” (disinfodemic in inglés) está alimentando la pandemia.Frente a la creciente demanda por información verificada, los medios independientes han estado a la altura del desafío.Las empresas tecnológicas están tomando medidas, pero se necesita más transparencia.Algunas medidas regulatorias han dado lugar a nuevas restricciones de los derechos humanos.

Para mantener al público informado, los periodistas están poniendo en riesgo su propia seguridad. El impacto económico del COVID-19 puede representar una amenaza existencial para el periodismo. En medio de la crisis, hay nuevas oportunidades para defender el periodismo

Descarga la Nota temática de la UNESCO aquí.