UNICEF, el Instituto de Salud Mundial de Yale y Public Good Projects se unen para crear un observatorio para la demanda de vacunación con el fin de dotar a los equipos de los países de herramientas para contrarrestar la desinformación y la desconfianza relacionadas con todo tipo de vacunas
NUEVA YORK. – Para combatir la desconfianza en materia de vacunación en todo el mundo, PGP (The Public Good Projects), UNICEF y el Instituto de Salud Mundial de Yale han presentado hoy el Vaccination Demand Observatory(Observatorio para la Demanda de Vacunación).
A medida que los países comienzan a distribuir la vacuna contra la COVID-19, los expertos en salud pública saben que la última fase, es decir, administrar la vacuna desde el vial al brazo del paciente, puede ser la que resulte más difícil. La incertidumbre del público durante la pandemia actual se ha agudizado por lo que se conoce como “infodemia”, una confusa epidemia de información y desinformación. El Vaccination Demand Observatory (El Observatorio) está preparando herramientas, cursos de formación, apoyo técnico y trabajos de investigación para ofrecer a los equipos de los países los medios necesarios para mitigar el impacto de la desinformación y la desconfianza en todas las vacunas. Este programa se articula en torno a tres pilares: análisis de los resultados de la escucha social y generación de conocimientos, un programa de formación y educación para abordar los retos relacionados con todas las vacunas, y un laboratorio de comunicación.
El Vaccine Acceptance Interventions Lab (VAIL) (Laboratorio de Intervenciones para la Aceptación de las Vacunas) se basará en la investigación social y del comportamiento y en los conocimientos obtenidos a partir de las actividades de escucha social para elaborar materiales atractivos y relevantes que subsanen las deficiencias en la información. El VAIL también confeccionará mensajes de “inoculación” para vacunar a la gente contra la información errónea sobre las vacunas. El contenido y los programas se someterán a pruebas rápidas sobre el terreno para comprobar el tono, el formato y el impacto sobre el cambio de comportamiento antes de su aplicación.
“En estos tiempos en que impera una mayor ansiedad e incertidumbre, la gente tiene muchas preguntas y preocupaciones perfectamente razonables sobre las vacunas. Pero su búsqueda de respuestas puede quedar confundida por las enormes lagunas en materia de información y un miasma de informaciones erróneas”, según el Dr. Angus Thomson, Científico Social Superior de UNICEF. “No podemos abordar las preocupaciones de la gente si primero no las entendemos. Y después debemos hablar con la gente –y no solamente dirigirnos a la gente–, allí donde está y sobre las cuestiones que les importan. El Observatorio ayudará a capacitar a los países para lograrlo”.
Con un funcionamiento muy parecido al de un sistema de vigilancia de los enfermedades, cualquier programa nacional que reciba el apoyo del Observatorio contextualizará la conversación sobre las vacunas, caracterizando las preguntas, las preocupaciones y las informaciones erróneas con el fin de proporcionar actualizaciones periódicas a los organismos sanitarios locales y a las organizaciones aliadas. A diferencia de los esfuerzos anteriores, este programa se articula en torno a un “gestor de la infodemia sobre el terreno”, en lugar de un tablero central. Este gestor coordinará la escucha, el análisis y la identificación y evaluación de los rumores sobre las vacunas, y las lagunas en la información, para proporcionar en tiempo real ideas y recomendaciones prácticas a los equipos que trabajan con las comunidades.
“Dado que la comunicación local es clave para el éxito de cualquier programa de vacunación, nos centramos en crear programas a nivel local que sean tan potentes y sofisticados como cualquier sistema global. Cada país del mundo tiene sus propios matices culturales. El sistema del Observatorio comportará métodos cuantitativos y cualitativos para el seguimiento y la caracterización de las narrativas locales sobre las vacunas. Los programas de salud pública posteriores podrán adaptarse al contexto de cada país y evaluarse en función de su tracción e impacto potenciales”, afirma el Dr. Joe Smyser, Director General de PGP.
UNICEF contribuye a inmunizar a casi la mitad de los niños del mundo con vacunas vitales, pero el acceso de esos niños a la educación, la salud y los servicios de protección ha resultado gravemente afectado por la pandemia. Este programa de escucha social permitirá informar en tiempo real sobre la huella que UNICEF deja a nivel local en países de todo el mundo mediante la participación activa de la comunidad, la comunicación de riesgos, la movilización social y las alianzas. UNICEF trabaja por medio del Vaccination Demand Hub (Centro para la Demanda de Vacunación) para coordinar su apoyo a los países con otros organismos multilaterales, asociaciones mundiales, donantes y organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil.
Como primer paso, el Observatorio publicó en diciembre de 2020 la Guía práctica para gestionar las informaciones erróneas sobre las vacunas. Esta guía práctica, disponible en 6 idiomas, tiene como objetivo ayudar a las organizaciones a hacer frente a la infodemia mundial mediante el desarrollo de planes de acción nacionales estratégicos y bien coordinados para contrarrestar rápidamente la desinformación sobre las vacunas y fomentar la demanda de vacunación.
El primer proyecto sobre el terreno del Observatorio está en marcha en varios países de África Occidental, con el objetivo de apoyar a los equipos de UNICEF a introducir una nueva vacuna oral contra la poliomielitis.
“Los esfuerzos actuales de escucha social en materia de vacunas a nivel mundial carecen de la precisión necesaria para obtener información en el plano comunitario, y se centran en los canales digitales”, afirma el Dr. Thomson. “La equidad de los datos es esencial para que los países lleguen a todas las personas con vacunas. El Observatorio da prioridad a la agregación de fuentes de escucha tanto en línea como fuera de línea, para garantizar que también escuchemos las opiniones de las personas que no tienen acceso a la información digital”.
Como primer paso para mejorar las capacidades en los países, el Observatorio ha creado tableros regionales de escucha que están siendo interpretados por los gestores de la infodemia. El siguiente paso es buscar apoyo para brindar rápidamente estas herramientas, la formación y la asistencia técnica a los países mientras gestionan la COVID-19, distribuyen la vacuna contra la polio y trabajan para mantener la confianza en los programas de inmunización sistemáticos.
“Deberíamos esperar el mismo rigor de la ciencia encargada de la aceptación de la vacuna que de la ciencia encargada de la elaboración de la misma”, indica el profesor Saad B. Omer, Director del Instituto de Salud Global de Yale. “El Observatorio reúne enfoques basados en pruebas para vacunar contra la desinformación y aumentar la aceptación y la demanda de vacunas”.
“Aplaudimos la movilización de los donantes en apoyo del mecanismo COVAX que proporciona vacunas contra la COVID 19 a más de 100 países. Sin embargo, la falta de inversión en la gestión de la desinformación y la estimulación de la demanda puede dar lugar al rechazo y la pérdida de valiosas dosis de vacunas”, afirma el Dr. Smyser. “La inversión actual en este trabajo crucial sigue siendo sólo una pequeña fracción del porcentaje de la inversión en la producción y distribución de dosis de vacunas”.