Washington, D.C., “Hoy, marcamos otro hito trágico en nuestra región: más de un millón de personas en las Américas han muerto a causa de complicaciones por la COVID-19. Hemos perdido a más personas por este virus que el total de la población de muchas ciudades”, dijo hoy la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne.
En conferencia de prensa, señaló que «el peso de estas pérdidas es incalculable», y mencionó que más de 44 millones de personas en las Américas se han infectado con la COVID-19, incluidos más de dos millones en la última semana.
“Un millón de personas con esperanzas, sueños y un futuro truncado. Un millón de familias de luto, muchas sin haberse despedido, que sentirán ausencias para siempre. Nos quedarán las cicatrices y las lecciones de esta pandemia”, dijo Etienne.
“La pandemia de la COVID-19 “ha ocasionado una triple crisis en toda nuestra región que ha devastado nuestros sistemas de salud, fracturado nuestra protección social y desestabilizado a nuestras economías. La pérdida de un millón de personas a consecuencia de este virus debería servir como un llamado urgente de que debemos hacer aún más para protegernos a nosotros mismos y a los demás de enfermar, lo que incluye fuertes llamados a actuar para reforzar las medidas de salud pública que necesitamos ahora en cada uno de los sitios donde estamos viendo brotes”, declaró Etienne.
En reconocimiento de los trabajadores de salud de la región, afirmó que son “nuestros héroes que han atendido a todos los pacientes hospitalizados por este virus”. “Muchos han arriesgado sus propias vidas y las de sus familias para atender a los enfermos, y sus esfuerzos heroicos han salvado a muchos pacientes con COVID «, señaló.
“Aunque hay datos limitados, sabemos que más de un millón de trabajadores de la salud en nuestra región han enfermado de COVID-19 y al menos 4,000 — la mayoría mujeres — han muerto como resultado, afectando nuestra capacidad de respuesta a esta amenaza de salud pública”, subrayó Etienne. “Cada una de estas personas tiene rostro, nombre y una historia «, indicó.
Reconoció a uno de los muchos trabajadores de la salud como ejemplo de los caídos, la Dra. Rosemary Costa Pinto, quien encabezaba la agencia de salud pública del estado brasileño de Amazonas. “Hoy celebramos su vida y agradecemos a los millones de trabajadores de servicios de salud que todavía se encuentran en la primera línea de respuesta contra este virus y que están salvando vidas todos los días. Sus innumerables sacrificios no serán olvidados”, expresó Etienne.
La directora de la OPS repasó los avances de la pandemia en América del Norte, región con el mayor número de casos y presión sobre su capacidad hospitalaria. Además, destacó el Caribe, donde algunos países de menor tamaño experimentan una rápida aceleración en el número de casos.
“En contraste, la mayoría de los países de Centroamérica, a excepción de Honduras y Guatemala, vieron una disminución en las infecciones por la COVID-19 durante la semana anterior”, dijo Etienne. Sobre América del Sur dijo que “las hospitalizaciones aumentan en gran parte de la región, incluso en Colombia, Chile y Perú, y la situación en Brasil es particularmente preocupante”.
La pandemia de la COVID-19 también «ha marcado el inicio de una crisis de salud mental, ya que hemos sido sacudidos por el miedo, la depresión, el aislamiento y el sentimiento de pérdida, que se agudiza especialmente al marcar este hito sombrío», destacó Etienne, y señaló que 29 países han reportado interrupciones en sus servicios de salud mental.
Etienne también recalcó el impacto económico de la pandemia. “Actualmente, hay 16 millones de personas más en situación de pobreza en comparación que los que había al inicio de la pandemia y millones más corren el riesgo de caer en la pobreza a raíz de este virus”. También se refirió al aumento de los precios de los alimentos, que pone a millones de personas en riesgo de padecer hambre.
A medida que se distribuyan las vacunas contra la COVID en los próximos meses, requeriremos rastrear las inoculaciones y dar prioridad a aquellos con mayor riesgo de enfermedades graves, los adultos mayores y los trabajadores de la salud, para que podamos reducir la demanda por servicios hospitalarios.
“Tenemos una gran deuda con nuestros trabajadores de servicios de salud de primera línea de respuesta, así que me complace ver que los países donde ya se aplican las vacunas están priorizando vacunarlos, con planes similares en otros países donde pronto comenzarán las inoculaciones”, dijo.
“El acceso amplio a las vacunas representa nuestra salida de la pandemia pero mientras los suministros continúen limitados, debemos enfocarnos en la prevención de nuevas infecciones para mantener el virus bajo control”, lamentó Etienne.