A menos que se adopten medidas de inmediato, cada vez está más claro que hay una emergencia alimentaria mundial inminente que podría tener repercusiones a largo plazo para cientos de millones de personas, advirtió el Secretario General en la presentación del informe de políticas sobre la seguridad alimentaria.
La pandemia de COVID-19 representa una amenaza para la seguridad alimentaria y la nutrición, especialmente para las comunidades más vulnerables del mundo. El virus golpeó en un momento en que nuestros sistemas alimentarios ya estaban bajo tensión por conflictos, desastres, cambio climático y amenazas de plagas sin precedentes.
“Nuestros sistemas alimentarios están fallando, y la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) está empeorando aún más las cosas”, dijo el Antonio Guterres en un videomensaje.
El jefe de la ONU recordó que se producen alimentos para alimentar a los 7.800 millones de habitantes que conformamos la población mundial. Sin embargo, a fecha de hoy, más de 820 millones de personas pasan hambre. Y aproximadamente 144 millones de niños menores de 5 años tienen retrasos del crecimiento; eso es más de 1 de cada 5 niños en todo el mundo.
Si bien los últimos 50 años fueron testigos de un profundo aumento en la producción de alimentos, el informe de la ONU muestra que estos logros se han asociado con prácticas de gestión que han degradado los sistemas de tierra y agua de los que depende la producción de alimentos. Una cuarta parte de las tierras cultivables del planeta ahora están degradadas. Se necesitan entre 2,000 y 5,000 litros de agua para producir la comida diaria de una persona. Y 25-30% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero son atribuibles al sistema alimentario.
“Este año, es posible que unos 49 millones de personas más caigan en la pobreza extrema debido a la crisis de la COVID-19”, aseveró Antonio Guterres.
Las medidas de mitigación y la recesión mundial emergente podrían alterar el funcionamiento de los sistemas alimentarios con consecuencias graves.
Por eso, afirmó el jefe de la ONU en su videomensaje, debemos fortalecer los sistemas de protección social para garantizar el acceso de las personas a los alimentos y la nutrición, lo incluye apoyar a niñas y niños que ya no tienen acceso a las comidas escolares, que actualmente se estiman en casi 352 millones.
También debemos invertir en el futuro y transformar nuestros sistemas alimentarios para construir un mundo más inclusivo y sostenible.
“Podemos evitar algunas de las peores repercusiones de la pandemia de COVID-19 sobre la seguridad alimentaria y la nutrición, y podemos hacerlo de modo que apoyemos también la transición verde que debemos efectuar”, concluyó Guterres.
El Secretario General está convocando una Cumbre de Sistemas Alimentarios en 2021, precisamente para ayudar a reunir a la comunidad internacional en torno a la acción acelerada y colectiva para las personas y el planeta.