Los líderes religiosos deben unirse en la lucha contra el coronavirus: Guterres

por | 13 abril 2020

«Renovemos la fe en nuestra humanidad común frente a la pandemia de COVID-19», dijo el Secretario General en un mensaje con ocasión de la Semana Santa, la Pascua y el Ramadán.

Busquemos la inspiración en la esencia de esas festividades sagradas y en sus momentos de reflexión, recuerdo y renovación.

Hoy quiero hacer un llamamiento especial a los líderes religiosos de todos los credos para que unan sus fuerzas y trabajen por la paz en todo el mundo, centrándose en nuestra batalla común para derrotar el COVID-19.

        Lo hago en un momento muy particular del calendario espiritual.

        Los cristianos conmemoran la Semana Santa. Los judíos celebran la Pascua. Y los musulmanes comenzarán pronto a observar el mes sagrado de Ramadán.

        Deseo expresar mis mejores deseos a todos aquellos que participan de estos importantes momentos.

        Siempre hemos sabido que estos son momentos para la comunidad. Para que se reúnan las familias. Para los abrazos, los saludos y el encuentro entre seres humanos.

        Pero ahora estamos viviendo un momento excepcional.

        Estamos todos tratando de orientarnos en un mundo extraño y surrealista.

        Un mundo de calles silenciosas. Comercios cerrados. Lugares de oración vacíos.

        Y un universo de preocupaciones.

        Nos preocupamos por nuestros seres queridos, que a su vez también se preocupan por nosotros.

        ¿Cómo celebrar en un momento así?

        Busquemos la inspiración en la esencia de esas festividades sagradas y en sus momentos de reflexión, recuerdo y renovación.

        Al reflexionar, dediquemos una parte importante de nuestros pensamientos a los heroicos trabajadores de la salud que están en la primera línea de batalla contra este horrible virus, y a todos los que trabajan para que nuestros pueblos y ciudades sigan en marcha.

        Recordemos a los más vulnerables de los vulnerables en todo el mundo. Los que están en zonas de guerra, en campamentos de refugiados, en barrios marginales y en todos los lugares peor provistos para luchar contra el virus.

        Renovemos la fe que tenemos los unos en los otros y saquemos fuerzas del bien que se está haciendo en estos tiempos difíciles, estos tiempos en los que las comunidades de diferentes creencias y tradiciones éticas se unen para cuidar de los suyos.

        Juntos podemos derrotar a este virus, y lo derrotaremos, con cooperación, solidaridad y fe en nuestra humanidad

común.