Mensaje del Secretario General de la ONU, António Guterres, tras darse a conocer la muerte de 4 millones de personas a causa de Covid-19

por | 9 julio 2021

Nueva York, 7 de julio de 2021 (ONU) — Hoy el mundo marca otro sombrío hito en la pandemia de COVID-19.  Se han perdido cuatro millones de almas a causa del virus.  Esta trágica cifra es superior a la población de uno de cada tres países del mundo.   

Muchos de nosotros hemos experimentado directamente estas pérdidas y conocemos directamente el dolor que han generado.  Lloramos la pérdida de las madres y padres que nos guiaron, los hijos e hijas que nos inspiraron, las abuelas y abuelos que compartieron su sabiduría, de los colegas y amigos que enriquecieron nuestras vidas.   

Las vacunas ofrecen una luz de esperanza, pero la mayor parte del mundo continúa en las sombras.  El virus está superando la distribución de vacunas.  Está claro que esta pandemia está lejos de terminar; más de la mitad de sus víctimas murieron este año.  

Muchos millones más continuarán en riesgo si se permite que el virus se extienda como un incendio. Cuanto más se extienda, más variantes veremos, variantes que son más transmisibles, más mortales y con mayor capacidad de socavar la eficacia de las vacunas con que contamos. 

Cerrar la brecha en el acceso a las vacunas, requiere el mayor esfuerzo global de salud pública en la historia.

En resumen, el mundo necesita un Plan Global de Vacunas:

  • para cuando menos duplicar la producción de vacunas y garantizar una distribución equitativa, utilizando COVAX como la plataforma para lograrlo;  
  • para coordinar su implementación y financiamiento;  
  • y para apoyar la preparación y la capacidad de los países para poner en marcha programas de inmunización, mientras abordamos el grave problema de la desconfianza en las vacunas.

Para llevar a cabo este plan, hago un llamado para conformar un Grupo de Trabajo de Emergencia que reúna a todos los países con capacidad para producir vacunas, a la Organización Mundial de la Salud, a la Alianza para las Vacunas (GAVI, por sus siglas en inglés) y a las instituciones financieras internacionales que tengan la capacidad de negociar con las empresas farmacéuticas y los fabricantes de relevancia , así como con otros actores clave. 

La equidad en el acceso a las vacunas es la mayor prueba moral de nuestro tiempo.  También es una necesidad práctica.  Todo el mundo estará bajo amenaza, hasta que todo el mundo esté vacunado. 

La recuperación global requiere de la vacunación global. La trágica pérdida de cuatro millones de personas a causa de esta pandemia debe impulsar nuestros esfuerzos más urgentes para terminar con ella para todos, en todas partes.